Cada vez que se derriba un edificio para sustituirlo por otro, hemos de llegar a la altura de las circunstancias y satisfacer las necesidades, siempre parecidas, nunca las mismas, de las personas, de la familia que ha de vivir y convivir en él. Muchas veces las personas apuestan por el CASCO HISTÓRICO por motivos sentimentales y lo que se derriba para construir algo nuevo es la casa materna, tan llena de recuerdos y de vivencias. En definitiva, de arraigo.
El proyecto se plantea entonces como algo nuevo. Ya se sabe, odres nuevos para vinos nuevos. Y así lo suele querer el propietario. Donde estaba la mula ahora descansará el coche y en la planta del desván, abuhardillada y destartalada, se ubicarán los dormitorios en una planta más alta y luminosa. La nueva vivienda será más funcional y abierta hacia la calle. Las ventanas pequeñas por donde entraba el frío en las habitaciones se sustituyen por balcones bien herméticos y acristalados, por los que entran el sol y el aire.
También se da el caso de la rehabilitación de edificios. Quizás haya que mantener la fachada en pie, los forjados a alturas desiguales, la altura del edificio. Entonces la batalla se complica porque estos condicionantes, realizados en su día para unas necesidades, han de cumplir ahora otras más generosas y las premisas de construcción, función y estética que predicaba Vitrubio, chocan muchas veces de forma frontal con las necesidades y normativas actuales. Las soluciones constructivas han variado a través de los años. No es lo mismo construir ahora nosotros que cuando construían nuestros abuelos, aunque sólo nos separen dos generaciones.
La construcción de la vivienda ha supuesto desde antiguo uno de los acontecimientos más trascendentales en la vida de las personas.
A sarnago01la izquierda, una rehabilitación en el Casco Antiguo de Tafalla. Se aprecia cómo se ha levantado la segunda planta para la creación de una vivienda. Se abrieron más los huecos para disponer de mayor luz y ventilación en calles tan estrechas. El lucido y pintado deja constancia de la actuación.
A la derecha se derribaron las plantas primera y segunda, manteniendo la planta baja. Como curiosidad decir que se mantuvo la actividad existente esta planta, vinculada a un comercio, durante las obras de reconstrucción de las plantas superiores. Esta se llevó a cabo siguiendo los patrones del mismo edificio derribado.